Sopas bolivianas
El cambio climático está contribuyendo a aumentar las temperaturas y a cambiar las temporadas de cultivo en Bolivia. A los pequeños agricultores les resulta más difícil decidir cuándo plantar y cuándo cosechar. Esto afecta negativamente a los cultivos de alimentos básicos como la patata.
En el próximo episodio de Recetas para el Cambio, que se publicará en las próximas semanas, el chef boliviano Marco Bonifaz, afincado en La Paz y propietario del restaurante Flanigan’s Cave Gourmet, viaja a Corocoro, en la provincia de Pacajes. Allí conocerá la cultura gastronómica boliviana, famosa en todo el mundo, y descubrirá cómo el cambio climático está amenazando los ingredientes que hacen que la cocina local sea tan única.
Sopa picana
Las sopas y guisos bolivianos suelen ser muy sustanciosos y nutritivos. Muchos utilizan ingredientes muy sorprendentes: como el tuétano, los cacahuetes e incluso los plátanos. En el oeste de Bolivia (la región de la montaña y los valles andinos) las sopas y los guisos se toman casi a diario y una comida completa típica consta de dos o tres platos (ensalada, sopa y el plato principal). Además, la comida tradicional boliviana en los Andes suele ser muy picante. Algunos creen que se debe a que el clima es fresco o frío durante la mayor parte del año.
Chanka de Pollo – Sopa de Pollo Inca Fricasé – Guiso de Cerdo Picante Sopa de Maní – Locro de Gallina – Sopa de Arroz con Pollo Patasca – Guiso de Carne de Res, Oveja o Cerdo Picana – Sopa de Navidad Boliviana Ajiaco – Caldo Picante con Patatas y Maíz
Estofado de carne filipino nilaga
Esta nutritiva y sabrosa pero económica sopa procede de Cochabamba, Bolivia. Es una variación particular de la sopa andina de cacahuetes y patatas. El cacahuete fresco molido y las patatas amarillas dan a la sopa una textura espesa y cremosa y un color claro.Utilice cualquier verdura que tenga a mano para aromatizar la sopa, además de las cebollas y el ajo básicos. Se pueden añadir apio, pimiento, zanahorias, calabacín, guisantes y tomates. Esta receta, elaborada por Rommy Cornejo Holman, de Cochabamba, en su página web de libros de cocina boliviana, está dedicada a mi buen amigo Luis, un caballero que hace muchos años se marchó de Bolivia a tierras lejanas.
Sopa de pollo boliviana
La sopa de mani es una sopa de cacahuetes originaria de Cochabamba, Bolivia. Se suele preparar con costillas de ternera o pollo, pero también funciona bien como sopa vegetariana. Para esta receta, me tomé la libertad de sustituir las costillas por trozos de ternera guisada.
Una de las guarniciones más divertidas que se suelen incluir con esta sopa son las patatas fritas o las patatas fritas. Dejo a tu criterio si te animas a freír las patatas. Como puedes ver en la foto de arriba, yo hice patatas fritas de boniato al horno en lugar de utilizar patatas normales.
Coge una olla para sopa y añade la carne para guisar, la sal y el caldo. Cocina a fuego lento durante una hora hasta que la carne esté casi tierna. Mantén la olla tapada para evitar que se evapore demasiado. No dudes en quitar la espuma que suba al principio de la cocción a fuego lento.
Continúe la cocción durante una hora. (Nota: si se utilizan cacahuetes crudos, se recomienda cocinarlos durante al menos una hora o se corre el riesgo de sufrir una posible indigestión). Preste atención a mantener el fuego bajo, para que las partículas de cacahuete no se quemen en el fondo de la olla y ésta no se desborde. Al principio, cuando vertí la pasta de cacahuete en la olla, me alejé y noté que estaba a punto de hervir.